Es absolutamente necesario que la dirección de una empresa pueda comprender en toda su magnitud la importancia de la planificación y sus ventajas, ya que ésta se basa en la habilidad para fijar objetivos y determinar los planes de acción acertados para alcanzarlos.
De igual importancia es la medición de los resultados que arrojan esas iniciativas que permiten prever las consecuencias futuras de las acciones presentes, anticipar problemas y generar soluciones, todo enmarcado en un contexto altamente competitivo y cambiante como el actual.